Hígado y enfermedades del hígado
Sobre el hígado
- El hígado es el órgano metabólico más importante del cuerpo. Es una glándula que pesa aproximadamente 1,5 kg, ubicada en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma, es decir, debajo del arco costal derecho, que lo protege del trauma.
- En el caso de la debilidad del hígado y sin el apoyo médico adecuado, no sobreviviría más de dos días. Esto demuestra la importancia del hígado.
- Cuando pensamos en el hígado, definitivamente podemos imaginarlo como un laboratorio bioquímico. De hecho, el hígado tiene más de 500 funciones en el cuerpo:
- En el hígado se forman las proteínas de la sangre que participan en el mantenimiento del equilibrio de líquido entre el espacio intracelular y extracelular (albúminas). Luego, el hígado forma las proteínas a partir de las cuales se desarrollan anticuerpos – el componente de la respuesta inmune (globulinas) y proteínas que juegan un papel en la coagulación de la sangre (fibrinógeno)
- Luego, en el hígado se crean los factores de coagulación
- Todas las vitaminas liposolubles se depositan en el hígado
- El metabolismo del combustible energético de cuerpo – la glucosa, se desarrolla en buena parte en el hígado
- El metabolismo de los oligoelementos, como el hierro y el cobre, tiene lugar en el hígado
- El metabolismo de los pigmentos biliares
- Desintoxicación del alcohol
- Desintoxicación de medicamentos y otros metabolitos – amoníaco, etc.
En todos los estados en los cuales la función hepática se ve comprometida, surge una serie de síntomas y signos como resultado de trastornos de las funciones hepáticas mencionadas anteriormente.
Enfermedades del hígado
Las condiciones más comunes son los procesos inflamatorios del hígado: hepatitis.
- La hepatitis es una enfermedad inflamatoria del hígado que puede ser causada por varios factores: toxinas, medicamentos, alcohol, virus, bacterias, hongos… Se caracteriza por el deterioro de las células hepáticas y la liberación de enzimas intracelulares, que se registra en el laboratorio con los niveles de enzimas hepáticas aumentadas al menos 10 veces en el suero.
- En la práctica clínica, las más comunes son las hepatitis virales, causadas por los virus de la hepatitis A, B, C, D, E. El mayor potencial de daño lo presentan los virus de la hepatitis B y C, los cuales se transmiten directamente,d a través de la sangre, el contacto sexual y de forma transplacentaria. Tienen tendencia a ser crónicas.
- Cualquier condición inflamatoria crónica con el tiempo conduce a la sustitución del parénquima hepático con un tejido conectivo disfuncional (fibrosis hepática) y, finalmente, produce un grado más grave: la cirrosis. A medida que avanza la cirrosis, aparecen los signos de insuficiencia hepática, es decir, la debilidad. Al principio, el cuerpo logra compensarlo, pero a medida que el proceso avanza y se extiende, esta debilidad no logra ser compensada y se desarrollan las complicaciones fatales. Cabe señalar que los virus de hepatitis B y C son potencialmente oncogénicos, es decir, tienen capacidad de producir el cáncer de hígado.
Los síntomas de la disfunción hepática son los siguientes:
- No específicos: cansancio, agotamiento, náuseas, impulso de vomitar, dolor en la parte superior derecha del abdomen
- Heces grasas de textura brillante: debido al metabolismo alterado de los pigmentos biliares
- Pérdida de peso
- Acumulación de líquido libre en el cuerpo, que se manifiesta por hinchazón del pie en trastornos leves e hinchazón abdominal en trastornos más pronunciados, la presencia de líquido en la cavidad entre las dos capas de las pleuras pulmonares que puede afectar gravemente la respiración, o la presencia de líquido en el pericardio que puede conducir a la muerte inmediata.
- Trastorno de coagulación de la sangre, que se manifiesta por el sangrado en la piel y el tejido subcutáneo, y con una falta más pronunciada de los factores de coagulación y fibrinógeno, por el sangrado en los órganos internos: sangre en las heces, vómito de sangre o tos con sangre; el sangrado en cavidades articulares; hasta sangrados fatales, como el sangrado intracraneal
- Debido a la incapacidad de sintetizar anticuerpos, el cuerpo es susceptible a infecciones de diferentes etiologías: bacterias, virus, hongos, y a menudo la terapia no da efectos
- Intoxicación con productos tóxicos, principalmente amoníaco, que tiene un efecto tóxico en el sistema nervioso central
- Síntomas psicológicos
Regeneración del hígado – ¿cuándo y cómo?
- Todos hemos escuchado que el hígado tiene un alto potencial regenerativo, pero con la progresión del daño, este potencial se reduce al mínimo. Por lo tanto, en el caso de las enfermedades diagnosticadas o los daños en el hígado, es necesario eliminar a tiempo las causas que los produjeron, para prevenir el desarrollo de complicaciones y llevar a cabo la regeneración del hígado.
- En etapas avanzadas, la única posibilidad de sobrevivir es el trasplante de hígado, y las estadísticas muestran que, si tiene gemelo idéntico, la probabilidad de que su hígado coincida es solo un 25%. En otros casos, la posibilidad de encontrar un donante adecuado es inferior al 1%.
- Por estos motivos, el tratamiento regenerativo debe iniciarse a tiempo para aprovechar al máximo el potencial de la renovación hepática y prevenir el desarrollo de las complicaciones.
PARTE DE DIAGNÓSTICO
Su objetivo es evaluar el grado de daño en el hígado, las complicaciones y los trastornos metabólicos en el cuerpo, así como diagnosticar las posibles comorbilidades (afecciones adicionales). Consiste en:
- Anamnesis detallada – del paciente recibimos toda la información necesaria de su historial médico, la existencia de enfermedades crónicas, la predisposición a ciertas enfermedades, luego, los datos del estilo de vida del paciente, etc.
- Examen físico detallado «de pies a cabeza»
- Examen internista
- Prueba completa de laboratorio de sangre y orina – así obtenemos una idea de si hay un síndrome inflamatorio y si hay, en qué medida está pronunciado, evaluamos la función sintética y metabólica del hígado, función del riñón, estado de los lípidos, estado mineral, estado de coagulación, estado hormonal
- Virología con un énfasis especial en las causas de la hepatitis viral – el virus de la hepatitis B y C – se realiza la genotipificación (para determinar el tipo de virus) y cuantificación (para determinar la cantidad de virus) – estos parámetros son útiles más adelante como buenos indicadores pronósticos del éxito de tratamiento
- Examen de abdomen con ultrasonido – mediante la visualización obtenemos los datos sobre el estado del hígado, su tamaño y la presencia de complicaciones
- Diagnóstico radiológico adicional según las indicaciones.
- Exámenes especializados – de un cardiólogo, endocrinólogo, neurólogo…
PARTE DE LA TERAPIA
- Terapia antiviral – en el caso de la hepatitis viral diagnosticada, primero es necesario tratar la hepatitis viral con medicamentos antivirales que previenen la replicación, es decir, una mayor propagación del virus, y permiten su erradicación. El protocolo terapéutico está adaptado al genotipo del virus, pero también a la presencia / ausencia de complicaciones, como la fibrosis hepática o la cirrosis.
- Terapia hepatoprotectora – una de las partes esenciales del tratamiento es una terapia que mejorará la función del hígado, acelerará la desintoxicación y proporcionará una protección adecuada para el hígado.
- Terapia metabólica – para evitar las complicaciones causadas por el daño del hígado en otros sistemas de órganos, es necesario comenzar una terapia que estimule los procesos metabólicos en el cuerpo, mejore el trabajo de los órganos digestivos, proteja el corazón y el SNC.
- Terapia regenerativa – mediante el uso de los métodos más contemporáneos con un alto potencial regenerativo, como las citocinas o secretomas, se permite la regeneración de las partes del hígado dañadas, pero solo después de reducir los procesos inflamatorios
- Prevención de complicaciones – prevención de cirrosis, hipoproteinemia, hipoalbuminemia, complicaciones encefalopáticas, complicaciones de riñones,
- Fisioterapia – los procedimientos de fisioterapia sirven para mejorar la circulación, eliminar toxinas de manera más rápida y estimular procesos metabólicos a nivel celular. Asimismo, permiten reducir el estrés oxidativo y promueven la oxigenación a nivel de todos los tejidos.