Cómo reconocer al drogadicto

Los narcóticos, según sus efectos, pueden dividirse en dos grupos: estimulantes y depresores. Mientras que en el caso del primer grupo aparece una fuerte oleada de energía, seguida del pulso acelerado y la temperatura corporal elevada, los depresores tienen unos efectos totalmente diferentes. Estas sustancias psicoactivas son conocidas por su efecto calmante, ocurre una oleada de calor agradable y calma, mientras que se ralentiza el trabajo de gran número de órganos vitales.

Dependiendo del tipo de narcótico que uno consume, los síntomas no deseados pueden variar. Sin embargo, hay solo un par de señales que claramente indican el abuso de sustancias psicoactivas.

Tal vez lo más fácil de notar es el cambio del tamaño de pupilas. Mientras que en los estimulantes es fácilmente visible el aumento de pupilas y su sensibilidad a la luz, en el caso de abuso de depresores, las pupilas disminuyen considerablemente.

Lo que todos los adictos tienen en común, independientemente de la sustancia psicoactiva que consuman, es el descuido de los deberes anteriores. Adquirir nuevas dosis de drogas se convierte en la única meta en su vida, mientras que la preocupación de sí mismo y de los demás se reduce al mínimo. Sin embargo, también se producen excepciones, especialmente en el caso de las personas que usan los estimulantes, cuando el deterioro físico del cuerpo es más lento.

En los casos excepcionales, pueden pasar meses o incluso años antes de que los miembros de la familia se den cuenta de lo que está pasando. Las pequeñas señales que indican la existencia de la drogadicción siempre existen, pero muchas personas deciden ignorarlas consciente o inconscientemente. A veces mucha confianza mutua también es nociva, porque permite que la adicción crezca hasta que no llegue a ser imposible ignorarla.

Los jóvenes con frecuencia creen que los miembros de su familia les deben algo, y que ellos mismos no tienen que devolver nada. La situación empeora adicionalmente al hacer más concesiones a los drogadictos. Sus reacciones son violentas y no aceptan ninguna sugerencia, mientras que se necesita una voluntad expresa de todos los miembros de la familia para alcanzar un éxito prolongado.

Al principio, los adolescentes desarrollan una tendencia a mentir. Hacen todo lo que puedan para cubrir sus faltas y malos hábitos. Sin embargo, como la adicción va fortaleciendo, los individuos empiezan a perder ganas de mantener esa fachada que oculta la realidad. No les importa lo que los demás opinan de ellos, e incluso cuando intentan cubrir las huellas de su adicción, no lo hacen de forma convincente.

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En las situaciones conflictivas con otros miembros de la familia, los adictos siempre creen que tienen razón. Son propensos a manifestar formas egocéntricas de comportamiento, no aceptando los consejos de sus seres queridos, mientras que a menudo consideran que las sugerencias benevolentes forman parte de un ataque personal.

Si sospecha que su hijo ha desarrollado un problema con drogas, es mejor prestar atención a los compañeros con los que pasa tiempo, cuánto tiempo sale por la noche y cómo esto afecta sus notas en la escuela. Si notan una tendencia hacia el comportamiento asocial, que el niño se cierra en sí mismo, evita el contacto con los miembros de la familia y otros niños de su edad, eso puede ser una clara señal de advertencia.

Indicadores físicos del desarrollo de la drogadicción

Al aumentar el umbral de tolerancia a las drogas, se evidencia un empeoramiento progresivo de los síntomas no deseados. Esto se atribuye a mayores cantidades de sustancias psicoactivas que las personas deben tomar para poder alcanzar el mismo estado alterado de la mente.

Temblor ocasional de las manos, sudoración y somnolencia se convierten en un estado crónico de cansancio. Por lo tanto, las personas pierden motivación para tener los mismos pasatiempos que antes, mientras que todas las obligaciones se vuelven un peso del que intentan escapar a cualquier costo.

Si la sustancia se toma inhalando por la nariz, ocurren daños en la mucosa de la nariz. Al principio, los síntomas parecen inofensivos hasta cierto punto, se producen un picor en la nariz, tendencia a estornudar y ligeros problemas de respiración. Lamentablemente, después de un tiempo, los síntomas escalan, y ocurre el deterioro total de las vías de respiración.

Cuando se trata de los narcóticos administrados directamente en la sangre, no es necesario que pase mucho tiempo antes de que se noten las señales del deterioro físico. Los individuos al principio suelen llevar una ropa de tallas grandes y evitan camisetas de mangas cortas para ocultar señales de aguja, pero su adicción raramente pasa desapercibida.

Gran pérdida de peso, ojeras y tendencia al comportamiento agresivo son solo una parte del problema. Los adictos no eligen recursos para satisfacer sus impulsos hedonistas, y debido a ello a menudo tienen problemas con la ley.

Indicadores físicos del desarrollo de la drogadicción

Al aumentar el umbral de tolerancia a las drogas, se evidencia un empeoramiento progresivo de los síntomas no deseados. Esto se atribuye a mayores cantidades de sustancias psicoactivas que las personas deben tomar para poder alcanzar el mismo estado alterado de la mente.

Temblor ocasional de las manos, sudoración y somnolencia se convierten en un estado crónico de cansancio. Por lo tanto, las personas pierden motivación para tener los mismos pasatiempos que antes, mientras que todas las obligaciones se vuelven un peso del que intentan escapar a cualquier costo.

Si la sustancia se toma inhalando por la nariz, ocurren daños en la mucosa de la nariz. Al principio, los síntomas parecen inofensivos hasta cierto punto, se producen un picor en la nariz, tendencia a estornudar y ligeros problemas de respiración. Lamentablemente, después de un tiempo, los síntomas escalan, y ocurre el deterioro total de las vías de respiración.

Cuando se trata de los narcóticos administrados directamente en la sangre, no es necesario que pase mucho tiempo antes de que se noten las señales del deterioro físico. Los individuos al principio suelen llevar una ropa de tallas grandes y evitan camisetas de mangas cortas para ocultar señales de aguja, pero su adicción raramente pasa desapercibida.

Gran pérdida de peso, ojeras y tendencia al comportamiento agresivo son solo una parte del problema. Los adictos no eligen recursos para satisfacer sus impulsos hedonistas, y debido a ello a menudo tienen problemas con la ley.